Intervenció sobre la col·lecció “Consolat Britànic”

  • Foto de mar
  • 02.02.2016

Entre los meses de Enero y Julio del pasado año 2015 tuve la oportunidad de trabajar, como alumna en prácticas, en el Archivo Fotográfico del Museu Marítim de Barcelona. Una de las colecciones a las que tuve acceso durante este período fue la colección “Consolat Britànic”, un grupo de 439 fotografías donadas en los años 1942 y 1943 por el Consulado Británico al Museu Marítim de Barcelona, en plena II Guerra Mundial. Se desconoce el motivo por el que estas fotografías fueron donadas al archivo del museo, puesto que no existe carta o informe de donación de la época. El museo posee únicamente dos cartas de agradecimiento firmadas por el director del museo en aquellas fechas, F. Condominas, dirigidas al Consulado Británico.

Todas las fotografías de la colección documentan trabajos y operaciones de la Marina Británica y Las Fuerzas Aéreas de la Corona Inglesa durante la II Guerra Mundial en diferentes lugares en Europa, Asia y Norte de África. Como puede leerse en la abundante información mecanografiada que aparece en notas adheridas a la parte posterior de la mayoría de las copias, las fotografías fueron realizadas por fotógrafos oficiales de la Armada Inglesa (Admiralty Official Photographs) o por fotógrafos de agencias contratadas para cubrir estos acontecimientos. Algunas de estas agencias aún existen, otras tuvieron una vida más corta: Planet News, Central Press Photos, The Associated Press, Fox Photos, Topical Press, etc.

Este tipo de fotografías eran tomadas por los diferentes países implicados en la Guerra para darles un uso propagandístico y de difusión de los avances de las posiciones ante los medios de comunicación, como pudo comprobar Lorena Soria, alumna en prácticas de Historia del Arte entre Marzo y Julio de 2015 en el archivo fotográfico del Museo Marítimo, en su investigación, con los ejemplos de algunas de las fotografías de la colección publicadas en prensa escrita:

“En Barcelona fueron muchos los semanarios que conectaron con los sectores de la población dando a conocer la evolución de la guerra, y la revista Destino fue el semanario por excelencia donde encontramos publicadas las fotografías de la colección Consolat Britànic, como por ejemplo en la revista nº 275 publicada el 24 de octubre de 1942.”

La colección está formada por 439 fotografías en papel de revelado (DOP) de diferentes formatos, aunque un 95% de ellas están positivadas en papel de 40×50 cm. La colección presentaba deterioros evidentes en la capa de la imagen (manchas rojizas, amarilleado de las zonas claras, desvanecimiento de la imagen, espejo de plata en las zonas oscuras, emulsión polvorulenta, presencia de hongos) y en el soporte, en papel baritado (ondulaciones en los bordes, restos de hongos, suciedad superficial). Estos deterioros tendrán origen en el deficiente procesado de las copias (la urgencia del trabajo en los laboratorios de las agencias no permitía un trabajo meticuloso en el fijado y lavado de las copias y los residuos químicos con el paso del tiempo acaban deteriorando la imagen) y en el pobre acondicionamiento recibido durante años en las estancias del Museu Marítim, donde han aguardado hasta ahora.

Restos de hongos en la imagen

Espejo de plata

Emulsión polvorulenta

Manchas de contaminación química

El objetivo de la intervención sobre esta colección se centró en el mejoramiento del acondicionamiento de las fotografías, catalogación y digitalización de las imágenes, para de esta forma hacer la colección más accesible al público e investigadores.

Antes de dar un acondicionamiento definitivo a las copias en material de conservación se realizaron las limpiezas necesarias, bajo la supervisión y las recomendaciones de Cristina Latorre, restauradora del departamento de restauración del Museu Marítim, Pep Parer, conservador y restaurador de fotografías y Luis Pavão, tutor externo de las prácticas. El delicado estado de conservación de muchas de ellas limitó las intervenciones, sobre todo en las emulsiones, que se encontraban muy frágiles. La limpieza de las emulsiones se realizó con brochas Hake (en los casos en los que el estado de conservación lo permitía) y la limpieza de los anversos (papel baritado) con aspirador MuseumVac© con filtro Hepa. Se aplicó con algodón una solución hidroalcohólica (70% etanol, 30% agua destilada) para atacar los posibles restos de hongos en los bordes de los anversos, tratamiento habitual en el departamento de restauración del museo. Las manchas de excrementos de algunas fotografías se retiraron con punta de bisturí. Algunas notas de papel adheridas a la superficie de las imágenes se retiraron por vía seca, con bisturí, y no por vía húmeda, puesto que cualquier aplicación de humedad sobre la emulsión, fabricada con gelatina (material higroscópico) podría deteriorarla dado el delicado estado en el que se encontraban.

Limpieza con paleta Hake



Aspiración con aspirador de museo
Retirada de objetos adheridos

Higienización con solución alcohólica

Tras revisarse y corregirse la antigua numeración de la colección, las fotografías se acondicionaron con tres niveles de protección. En primer lugar, las copias más frágiles se protegieron con fundas de papel de conservación (Heritage Archival Photokraft White©) libre de ácido y sin lignina, fabricadas a medida en el museo. Las fotografías menos delicadas se almacenaron colocando hojas de este mismo papel entre ellas (interleaving). En segundo lugar, se colocaron en cajas de cartón de conservación (Premier Duo©), manteniendo separadas las fotografías más afectadas del resto de la colección. El tercer nivel de protección es el mismo depósito en sí del archivo fotográfico del Museo, donde la temperatura, 18º C, y la humedad relativa, 40%, es la ideal para este tipo de material.

Primer nivel de protección



Segundo nivel de protección


Tercer nivel de protección

Antes del acondicionamiento final de la colección en el depósito del archivo, las fotografías fueron digitalizadas con cámara digital, tanto la imagen como el anverso, donde puede leerse mucha información en las notas adheridas, algo que será fundamental para la futura documentación de la colección. Todas las reproducciones se realizaron aplicando perfiles de color coherentes con el espacio de iluminación, utilizando una carta de color ColorChecker©. Los archivos finales se exportaron en tres formatos, de acuerdo con los parámetros establecidos por el Museu Marítim de Barcelona: Preservación: TIFF (sin redimensionado y sin compresión), Reproducción: JPEG Alta Resolución (sin redimensionado) y Consulta: JPEG Baja Resolución (tamaño 300 Kb).

Equipo de digitalización

Carta de color

Actualmente la colección aguarda en el archivo fotográfico para ser finalmente documentada e incorporada al catálogo, de acceso público, del Museu Marítim. Las tareas de documentación serán a partir de ahora más sencillas, con el uso del tesauro de materiales fotográficos en el cuál Silvia Dahl, responsable del archivo fotográfico, y otros profesionales de otras instituciones han estado trabajando durante dos años. Este tesauro fue presentado el pasado 4 de Noviembre de 2015 en las III Jornadas de Fotografía, museus, arxius i biblioteques.

Post escrit per Laura Covarsí.

Fotògrafa i restauradora de fotografíes

Fotografies: Laura Covarsí

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