Conservación preventiva y restauración

Los profesionales de la unidad de Conservación Preventiva y Restauración intervienen en la preservación de los fondos de Colecciones, del Archivo, de la Biblioteca, del Archivo Fotográfico, y de Documentos, Planos y Cartas Náuticas, así como en exposiciones y otras actividades organizadas por el MMB. Son responsables de cuidar la salud del patrimonio, en una supervisión constante que no se detiene nunca.

La misión de la unidad de Conservación Preventiva y Restauración del MMB es velar por la pervivencia de los numerosos fondos patrimoniales que custodia el museo, para que lleguen a futuras generaciones en las mejores condiciones posibles, y puedan continuar siendo disfrutados y estudiados.

La perdurabilidad de los bienes patrimoniales que custodia el MMB requiere de la aplicación de medidas de conservación preventiva: una manipulación adecuada, un correcto almacenamiento y exhibición, así como unas condiciones climáticas y lumínicas óptimas favorecerán la conservación de los objetos. La implantación de estas medidas contribuye a minimizar e incluso evitar tratamientos de restauración. Pero cuando los bienes patrimoniales sufren deterioros graves, hay que intervenir directamente sobre los materiales. Muchos objetos han llegado al museo en mal estado por desgaste de uso, por intervenciones incorrectas o por el propio envejecimiento de los materiales constitutivos.

En el MMB puedes encontrar una amplia variedad de objetos de diferentes procedencias, materiales y tamaños, tanto expuestos como almacenados: patrimonio mueble (pinturas, modelos, instrumentos de navegación, etc.), documentos gráficos (cartas náuticas, libros, fondos de archivo, etc.), archivo fotográfico y objetos de gran volumen (embarcaciones, máquinas, cañones, etc.).

Conservación preventiva

La Conservación Preventiva es el conjunto de actuaciones continuas dirigidas a impedir o retrasar el deterioro de los bienes, así como retrasar su propio envejecimiento. Estas actuaciones incluyen un conocimiento exhaustivo de los materiales y la estructura física de los bienes patrimoniales, del edificio y de su entorno, un control de las condiciones ambientales y lumínicas, un control de plagas y limpieza, así como de las condiciones de almacenamiento, de manipulación y de exposición. La unidad de Conservación Preventiva y Restauración del MMB aplica todas estas actuaciones en todos los espacios y actividades relacionadas directamente con los fondos del museo: almacenamiento, montaje de exposiciones, cesiones en préstamo, recepción de bienes de otras instituciones, etc.

Aparte de los espacios expositivos, el MMB cuenta con seis salas de reserva, cinco dentro del edificio de las Atarazanas y una fuera de la ciudad de Barcelona. Dentro de estas reservas se conservan los fondos patrimoniales no expuestos, aproximadamente un 99% de los bienes que custodia el museo. Estos espacios no visitables requieren medidas preventivas menos visibles pero muy importantes, y en las que hay que ser muy estricto en la prevención de riesgos.

Restauración

La restauración es toda intervención directa que se realiza sobre los bienes, cuando el deterioro que sufren no se ha podido detener con medidas preventivas y cuando pone en peligro su existencia. Dentro de estas intervenciones, se realizan acciones dirigidas a asegurar su integridad física, estabilizar los materiales constituyentes y facilitar una buena lectura. El MMB dispone de un taller de restauración equipado para realizar tratamientos en la diversidad de materiales que constituyen los bienes patrimoniales que custodia (modelos de barco, instrumentos náuticos, pintura sobre tela, documento gráfico, etc.). Otro elemento a destacar es la tutorización de alumnos en prácticas de la Universidad y centros de formación reglada. La unidad de Conservación Preventiva y Restauración también da asesoramiento y orientación a profesionales de otras instituciones.

Los astilleros tradicionales

Para garantizar la preservación de las embarcaciones que forman parte de sus colecciones, el Museo dispone de un taller especializado, un astillero tradicional, donde trabajan profesionales con un perfil diferente al de los restauradores, ya que en este caso se trata de los carpinteros de ribera, el oficio tradicional de la construcción y reparación de barcos. El carpintero de ribera representa una profesión con más de 5.000 años de antigüedad, de manera que su trabajo diario tiene una trascendencia especial, como conservador y transmisor de conocimiento y de técnicas de trabajo tradicional casi desaparecidas.

En este taller se realizan intervenciones muy variadas. Por un lado, restauración de embarcaciones que tienen que volver al agua a navegar, como el Drac, una embarcación de regatas de la clase Dragon, o el Patapum , un bote de paseo a motor. Por otro lado, hay restauraciones mínimas que tienen que garantizar la preservación en seco de una embarcación antigua manteniendo al máximo las partes originales, como la última intervención en una embarcación de la clase Snipe, el San Fernando. Incluso se trabaja en estructuras singulares que no son embarcaciones pero que precisan de habilidades especiales, como una casita de madera procedente de los baños de Sant Pol de Mar. Finalmente, también tiene responsabilidad en el seguimiento del estado de salud de la flota que el museo mantiene en el puerto de Barcelona.

Otro elemento a destacar es la función formativa a través de la acogida y acompañamiento de estudiantes en período de prácticas. En este sentido esta unidad ha recibido recientemente una distinción de la Generalitat de Cataluña. De forma paralela, a través del voluntariado, también se realiza una tarea de formación no reglada. Además, el astillero tradicional también ofrece asesoramiento y orientación a profesionales de otras instituciones o particulares.