El Museo Marítimo de Barcelona conserva en activo, en el agua, un conjunto de embarcaciones que permiten ver de primera mano qué es un barco, cómo funciona y cómo se manipula. Los barcos históricos y tradicionales son un testigo vivo de la cultura y la historia marítima. Su conservación en activo permite salvaguardar, por un lado, el patrimonio material (es decir, el propio barco y su equipamiento), y por la otra, el patrimonio inmaterial con el que tiene relación, como por ejemplo las técnicas de construcción, los oficios o la práctica de la navegación. Por este motivo, una de las prioridades del museo es la recuperación y la protección de las embarcaciones tradicionales e históricas.
Pailebot Santa Eulàlia
El primer barco histórico que fue recuperado, restaurado y devuelto al agua fue el pailebote Santa Eulàlia. Ante la desaparición de los grandes veleros que habían formado la flota catalana en el pasado, se valoró la posibilidad de recuperar un pailebote, un tipo de barco característico del Mediterráneo occidental, muy representativo de la navegación de cabotaje. Con esta adquisición, el museo se planteaba uno de los retos más importantes y difíciles de su historia: la recuperación y restauración de un gran velero histórico. Esta operación, pionera en España, pretendía, además, dar un primer paso en la recuperación de nuestro valioso patrimonio flotante.
El pailebote Santa Eulàlia fue botado en enero de 1919 en la playa de Torrevieja. Era un velero de tres palos, con aparato de goleta, que fue bautizado con el nombre de Carmen Flores. Desde entonces y a lo largo de su vida, este barco ha sufrido varias transformaciones . Entre 1928 y 1975, después de que le instalase un motor, pasó a ser un motovelero. A partir de 1975 se transformó en un barco auxiliar para trabajos submarinos, actividad que realizaba cuando en 1997 el Museo Marítimo de Barcelona lo adquirió en una subasta pública. También ha tenido varios cambios de nombre: Puerto de Palma, Cala San Vicenç, Sayremar Uno.
Tras recoger la información histórica y técnica que permitió conocer con bastante exactitud cómo era el barco en su aspecto original, en 1998 se iniciaron los trabajos de restauración y reconstrucción, conservando todo aquello que era posible del barco original. Algunas partes tuvieron que hacerse de nuevo, como por ejemplo la arboladura y la jarcia. Paralelamente, se planificaba su habilitación como barco operativo, para que una vez restaurado, se pudiera visitar en el puerto y, sobre todo, pudiese navegar. El pailebote fue rebautizado con el nombre de Santa Eulàlia, en honor a la copatrona de la ciudad.
El Santa Eulàlia se ha convertido en el barco insignia del museo y es una pieza fundamental en todo tipo de programas educativos y actividades ciudadanas relacionadas con nuestro mar. Se puede visitar en el Moll de la Fusta (Bosch i Alsina) del Port Vell de Barcelona, excepto cuando está navegando. El 28 de junio de 2011 fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional por el Gobierno de la Generalitat de Cataluña.
Situación actual: en activo.
Precios y horario de visita: Consulta en este enlace
Navegación: Información, precio e inscripciones clica en este enlace
El pailebote no es accesible a personas en silla de ruedas.
Far Barcelona
Esta embarcación con aparato de goleta es un antiguo Jakt noruego construido en 1874 en el fiordo de Hardanger. Su nombre original era Anne Dorthea. Después de una larga carrera como velero mercante transportando bacalao, madera y carbón, fue traído a España para su recuperación. Entre 1999 y 2006 la Escuela Taller del Consorcio El Faro lo restauró y lo devolvió a la vida activa. Desde 2016 forma parte de las colecciones del Museo Marítimo de Barcelona.
Situación actual: retirado temporalmente del servicio.
Far Barceloneta
Se trata de un yate de recreo construido en los astilleros de Miquel Corbeto de Barcelona en 1915. Bautizado con el nombre de Norten, durante años fue una embarcación deportiva, hasta que en 2007 fue cedida al Consorcio El Far para realizar programas educativos y de difusión. Desde 2016 forma parte de las colecciones del Museo Marítimo de Barcelona.
Situación actual: retirado temporalmente del servicio.
Far Formentera
El laúd mallorquín Far de Formentera fue construido en los Astilleros Palma, en Mallorca, en 1922, como barco pesquero. En 1958 pasó a prestar servicio al Grupo de Puertos de las Baleares, donde su misión era abastecer a los faros de las Islas Baleares. En 1991 fue cedido al Consorcio El Far para realizar programas educativos y de difusión. Desde el 2016 forma parte de las colecciones del Museo Marítimo de Barcelona.
Situación actual: plenamente operativo.
Santa Espina
La Santa Espina es un laúd de sardinal, construido en 1928, en Banyuls sur Mer, por el maestro de azuela Bonaventura Colomines. Estuvo en activo con el nombre de Francis hasta los años 70 del siglo pasado y después quedó medio abandonado en la playa de St. Cyprien hasta que en 1975 Clovis Aloujes lo compró, lo reparó y lo hizo navegar de nuevo con el nombre de Santa Espina . Esta embarcación tuvo un papel destacado en el largo proceso de recuperación de la navegación tradicional y de las antiguas embarcaciones de vela latina. En abril de 1995, Clovis Aloujes la traspasó a tres socios y desde 2016 forma parte de las colecciones del Museo Marítimo de Barcelona. Una vez finalice su restauración completa, volverá a navegar como escuela de vela tradicional.
Situación actual: en fase final de su restauración.
Lola
Es el único ejemplar de barca auxiliar –o laúd del fuego– utilizada en la denominada pesca a la encendida que se conserva en Cataluña. Este laúd de madera con aparato latino y remos fue construido en Roses en 1906 por el carpintero de ribera Pere Guitart Pujol. Conserva la forma, los elementos, materiales y características propias de este tipo de embarcación de pesca tradicional catalana. A finales de 2009 sus anteriores propietarios, Vicente García-Delgado Sancho, Dominique Duniau y Ana Ribosa Fornovi, la cedieron al Museo Marítimo de Barcelona. El museo se encarga de mantener a Lola en estado operativo, de preservarla como bien del patrimonio marítimo flotante y de divulgar, a través de ella, una parte de la cultura tradicional marinera de nuestras costas . La Lola es un bien catalogado de patrimoni cultural catalan (BIC), según resolución del 26 de febrero de 2009 .
Situación actual: plenamente operativo.
Drac
El Dragón es un velero de regatas de la clase Dragon, construido en los astilleros Borresen de Dinamarca en 1966. La clase Dragon, que fue olímpica de 1948 a 1972, presenta unas características específicas de construcción respecto a otros veleros y ha estado en peligro de desaparición. En 2003, sus antiguos propietarios, Josep Maria y Enric Montal Costa, lo cedieron al Museo. Fue restaurado al astillero del museo y en abril de 2008 volvió a la actividad bautizado con el nombre de Drac, con una tripulación voluntaria que lo hace navegar de forma regular y participar en regatas de veleros clásicos.
Situación actual: plenamente operativo.
Pol•lux
Se trata de un bote de prácticos construido en 1985, que operaba en el interior del Puerto de Barcelona. A pesar de que se trata de una embarcación reciente, tanto por la forma como por los materiales y las técnicas de construcción, representa el tipo de embarcación propia de los prácticos de Barcelona casi desde la incorporación del motor a sus barcas. En el año 2001 la Corporación de Prácticos del Puerto de Barcelona lo vendió al Museo Marítimo de Barcelona por un precio simbólico y desde entonces el Pòl•lux no ha dejado nunca de navegar. Semanalmente, navega por todo el ámbito del puerto y actúa como bote de apoyo y acompañamiento de las otras embarcaciones de la flota. De este modo, desde un punto de vista más bien romántico, el bote de prácticos continúa haciendo alguna de las tareas de su vida profesional anterior.
Situación actual: retirado temporalmente del servicio.
Patapum
Esta barca de madera fue construida en Llançà en 1931 por encargo de Lluís Cabré Ycart (agente de aduanas radicado desde los años 20 en Portbou), para utilizarla como barca de paseo y ocio con la familia. Él mismo bautizó la barca con el nombre de Patapum, porque este era el ruido que hacía el motor. La barca ha estado en manos de tres generaciones de la familia Cabré y estuvo en funcionamiento todos los veranos sin interrupciones hasta 2007. El año 2008, su propietaria en aquel momento, Catalina Cabré Basco, la vendió al Museo Marítimo. . A finales de 2012 se ha finalizado la restauración integral de la barca, a cargo de los maestros de azuela del museo. Si os interesa ver parte del proceso de restauración podéis verlo en este vídeo . Situación actual: plenamente operativo.